Katiusha es un gigante industrial que se dedica a la fabricación de muebles: originalmente soviética, en la actualidad es una de las principales empresas de mobiliario de Rusia.
Pero esta es una definición muy escueta, ya que, en realidad, la fábrica de muebles Dmi (la marca por la que la conocen los consumidores) es mucho más que eso. No se trata solo de “Design Mobili per Interni” (Diseño de muebles de interior), sino de un auténtico sistema integrado, que va desde la madera a los muebles acabados, pasando por la producción de paneles de aglomerado (son el mayor productor de Rusia) con resinas sintetizadas en la estructura cercana. Y, a poca distancia, se encuentra el departamento en el que se imprime el papel decorativo, la línea de impregnación, laminación y mecanizado preliminar. Es todo un mundo que se encuentra entre los bosques de la región de Bryansk Oblast, a cuatrocientos kilómetros de Moscú. Al otro lado de la ciudad se encuentra la fábrica de los muebles y la sede de la empresa, construida en el año 2003 a lo largo de 18 meses. El grupo industrial cuenta con 20 empresas, más de 2.700 empleados y una facturación exterior de 45 millones de euros (fuera de la CEI), aunque esta cifra ascendía a 100 millones antes de la reciente "crisis" del rublo.
Cada día se producen alrededor de 1.500 muebles en 4.500 cajas en Katiusha, ya que se trata de un sistema de "paquete plano". 18.000 metros cuadrados de almacén, cientos de camiones de carga que se dirigen a los más de 400 puntos de venta de toda Rusia, desde Moscú a Vladivostok.
Estamos ante un gigante en constante evolución, ya que en unos meses se inaugurará el departamento de producción de cocinas, una nueva fábrica de 7.000 metros cuadrados. La nueva fábrica a la que se trasladará la producción de paneles estará lista en dos años: 250.000 metros cúbicos de producción al año, el doble de la producción actual.
Cuarenta "colecciones" y miles de artículos de mobiliario diferentes. Dos niveles de productos: DMI VERDE o "green" (habitaciones dobles e individuales, salones, halls de entrada) y DMI ORANGE, una variedad más joven y colorida.
"Decidimos trabajar con diseñadores italianos y vimos los resultados inmediatamente: cuando las familias vienen a nuestras tiendas quedan maravillados con lo que se encuentran", comenta Sergey Avdeev, el entusiasta Gerente General de Katiusha.
"Colecciones que combinan la elegancia de la madera con los ocho colores que seleccionados muy cuidadosamente. El resultado es impresionante e inspirador. Estamos encantados con este proyecto".
Los diseñadores no son la única característica italiana: muchos de los departamentos de la enorme fábrica cuentan con docenas de máquinas de Stefani, Gabbiani, Mahros, Morbidelli.
Incluso el acabado es "fabricado en Italia": el color es un tema central para Dmi, del cual nos ocupamos con el uso de una línea de recubrimiento Superfici; una máquina de doble cepillado, sopladores y dispositivos antiestáticos para una limpieza perfecta de las piezas de trabajo; un esparcidor de rodillo "F1"; un secador UV "Selecure", el robot de pulverización de 5 ejes "Bravorobot", un horno vertical con cuatro etapas de ventilación. Se trata de una línea de gran productividad y flexibilidad, diseñada para trabajar con cualquier necesidad de revestimiento, utilizando revestimientos acuosos o de poliuretano, o un pulido directo.
"El acabado es uno de los aspectos que primero percibe el consumidor. Es lo que le dice inmediatamente si el mueble en cuestión es lo que está buscando", añade Avdeev. “Estamos totalmente centrados en la satisfacción del cliente, por eso no nos limitamos a vender muebles, sino que ofrecemos un estilo de vida, un ambiente, para tener un hogar mejor y más cómodo. Más del 60 por ciento de nuestros clientes son clientes regulares... Este es un dato inmejorable, que muestra que estamos haciendo lo correcto”.
Y, sin lugar a dudas, esto se debe, en parte, a Superfici.
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