Minimax
Minimax fue fundada a mediados de la década de 1970 por Luigi Lazzari, que ya había trabajado con SCM para las marcas Sandya (lijadoras) y Samco, las cuales pasarían a formar parte de SCM Group posteriormente. Lazzari formaba parte del grupo de emprendedores que contribuyeron al nacimiento del denominado Barrio de la madera de Rímini, un grupo de personas que competían en el trabajo pero estaban unidas por la amistad y el respeto mutuo.
Minimax entró en el mercado con la C22, una solución combinada y diseñada para el mercado del bricolaje avanzado y para pequeños talleres de carpintería que logró un enorme éxito de inmediato. La C22 fue una máquina revolucionaria que, todavía a día de hoy, cuenta con numerosos fans que la conservan como artículo de coleccionista. Además, contaba con una gran cantidad de patentes a su nombre y un cambio de engranaje muy sencillo, revolucionario y económico, que aprovechaba la elasticidad de la correa de transmisión. Esta gran innovación convertía a todos los engranajes mecánicos anteriores en artículos totalmente obsoletos. La línea de productos incluía sierras circulares, sierras de cinta, fresadoras, tornos y una moderna lijadora de banda que se podía doblar, por lo que permitía un gran ahorro de espacio. Lazzari había llegado a este mercado desde el sector de la maquinaria profesional y el concepto de Minimax abogaba por aplicar la tecnología desarrollada para herramientas profesionales a máquinas destinadas a aficionados avanzados, con una gran variedad de características, que incluían tableros para bancos de trabajo de hierro fundido, totalmente novedosas para este mercado. El cliente típico de Minimax era una persona con dos trabajos (algo bastante común en la época), que fabricaba muebles de uso familiar o para ventas con descuento a amigos y conocidos. En muy poco tiempo, Minimax se convirtió en un importante proveedor para los más pequeños talleres y aficionados más exigentes que requerían máquinas sencillas, compactas, fiables y asequibles.
En 1984, tras una serie de problemas de salud, Lazzari decidió vender Minimax a SCM. La venta se completó entre 1985 y 1986. Gracias a la calidad de sus máquinas y a la gran red de distribución y ventas de SCM, Minimax tenía ahora acceso a los mercados mundiales, aunque, todo sea dicho, ya contaba con un filial muy establecida en América y cierto éxito en algunos países europeos. Desde entonces, los productos Minimax han continuado su desarrollo.
La empresa fabrica en la actualidad más de 10 000 máquinas al año en una planta de 15 000 m2 situada en la República de San Marino. Minimax es uno de los líderes mundiales del sector y cuenta con una amplia gama de productos (más de 50 modelos), con los que los expertos aficionados al bricolaje y los pequeños talleres de carpintería tienen acceso a toda una serie de máquinas profesionales capaces de producir productos de gran calidad en pequeños lotes.