El principio de un corte con chorro de agua es fácil pero al mismo tiempo sorprendente. Como su nombre indica, el chorro de agua sale por un orificio a más de dos veces la velocidad del sonido. Gracias a la intensa presión del flujo, el agua corta prácticamente cualquier material compuesto y todas las aleaciones metálicas. El flujo de agua es muy estrecho, entre 0,75 mm y 1,20 mm, y por ello el chorro de agua puede cortar detalles imposibles de obtener con las herramientas de corte tradicionales.
La incorporación de abrasivo al chorro de agua permite ampliar el tipo y el espesor de los compuestos y de los metales que se pueden procesar. La reducida fuerza de contacto elimina la necesidad de tener que utilizar herramientas de gran tamaño.
He aquí los 5 motivos por los que el corte con chorro de agua es una óptima alternativa al corte tradicional.
1. Herramienta de corte universal
Los orificios y las boquillas de concentración del abrasivo solo se han de sustituir en caso de desgaste y no en función del material ni del espesor que se ha de cortar
2. Menor descarte
El punto fuerte de la tecnología es la facilidad con la que el chorro de agua corta una amplia gama de materiales sin tener que preocuparse por las características físicas del material, por el tipo de herramienta de trabajo que es más eficaz ni por la eliminación de las virutas.
3. Sin daños térmicos
El chorro de agua genera un corte frío que no altera las propiedades físicas del material, por lo que no se requieren otros tipos de proceso sucesivos.
4. Posibilidad de cortar geometrías complejas
El diámetro del chorro de agua es tan pequeño que permite cortar con facilidad cualquier tipo de geometría, incluso con perfiles y radios internos muy estrechos.
5. Adiós a las herramientas complejas y de gran tamaño
Gracias a la ausencia de rozamiento, el bloqueo de las piezas durante el proceso es mucho más fácil y rápido.